Reproduzco íntegramente un post del Dr Naomar Almeida Filho, Rector de UFSB, y de
mi comentario, en el contexto de las discusiones que tiene lugar en seminarios
y trabajos para elaborar los documentos fundacionales de la nueva universidad
que inspiraran su desarrollo. Hago especial énfasis en la idea de complejidad,
métodos universales y escenarios concretos y en la visión de lo que se
conceptualiza (Evers) como “grupos estratégicos”
DE UM TEXTO EM GESTAÇÃO IV (Dr Naomar Almeida Filho)
A universidade brasileira tem sido uma instituição que promove a
incultura porque a formação tecnológico-profissional que ministra é fragmentada
e, mesmo quando eficiente, mostra-se culturalmente empobrecida. Nota-se ainda
forte dissonância da formação universitária no Brasil em relação à conjuntura
contemporânea de outros países. Daí resulta significativo isolamento internacional
da universidade brasileira, dado que o nosso modelo não tem compatibilidade com
o de outros países.
Nesta situação, há grandes desafios nos planos epistemológico, político
e pedagógico. Cabe, por exemplo, perguntar se ainda faz sentido reforçar uma
universidade baseada na disciplinaridade, que era o grande paradigma científico
no início do século XIX. Estamos hoje no século XXI, faz sentido continuarmos
disciplinares? Ou seria a epistemodiversidade um valor maior a ser incorporado?
No plano político, para essa nova universidade, a que teoria social devemos
recorrer para fundamentar sua recriação? Uma teoria de tradição conservadora,
quer dizer, em termos estruturais e micropolíticos, constituir a universidade
como um patrimônio das classes dominantes, ou explorar seus potenciais
transformadores incorporando na instituição a diversidade étnica, cultural e
social da nação brasileira?
E no plano concreto das práticas de ensino-aprendizagem, para essa nova universidade, que pedagogia? Uma pedagogia da passividade ou as novas pedagogias da autonomia? Fala-se muito em pedagogia da autonomia, mas de fato o que está em questão é a formação de sujeitos que sejam críticos criativos, capazes não somente de transitar, mas de compreender as interações disciplinares e as distintas origens e culturas nessa instituição que em sua história tem se caracterizado por ser eurocêntrica, formadora de sujeitos para uma única matriz cultural.
Finalmente, podemos entrar no nosso tema, levantando uma questão
crucial: como radicalizar a inclusão social na educação superior brasileira? Em
outras palavras, que novos saberes e práticas precisamos criar ou recriar para
produzir mudança profunda e sustentável na universidade? Buscamos, assim, uma
inovação radical em dois planos: no plano dos processos, com foco nas
tecnologias educacionais, nos processos pedagógicos, nas práticas de ensino, e
no plano das estruturas, com novas trajetórias formativas e arquiteturas
curriculares.
Comentario (Miguel Zapata Ros).-
Excelente intervención de Dr. Naomar Almeida Filho, en la que pone el
foco de la lente en aspectos centrales, en ¿cómo atribuir valores sustanciales
a nuestras estructuras curriculares a partir de los supuestos teóricos que
justifican una visión de la enseñanza y de cómo se produce el
aprendizaje?. Las preguntas están sobre la mesa.
Pero las respuestas no son sencillas. En la sociedad del conocimiento, en la era de la complejidad, a los procesos complejos difícilmente se puede dar respuesta con formulaciones ideológicas, que inevitablemente siempre suponen un atajo cognitivo, una simplificación.
Esta afirmación, que a algunos quizá les pueda parecer atrevida,
encierra una ruptura respecto de una visión anterior, la de la era industrial,
donde un paradigma imperante ha anulado otras visiones, dejado muchas veces
fuera puntos de vista que han podido dar respuestas originales a problemas que
han tardado más en resolverse o no se han resuelto. Es bien conocido ésto que
se recoge en el pensamiento divergente (Polya) o lateral (Bono). Por otra parte
en esta sociedad más que de grupos ideológicos cabe hablar de grupos
estratégicos en el sentido que les atribuye Hans-Dieter Evers, "Poder e
influencia en la política de desarrollo. Nuevas contribuciones a la teoría de
los grupos estratégicos", en: Reinold E. Thiel (ed.), Teoría del desarrollo.
Nuevos enfoques y problemas. Caracas: Editorial NUEVA SCIEDAD, 2001:222-228
Cabe pues hablar no de teorías que den sentido a todos los procesos de
una forma global, sino de armarse de potentes principios universales que
enuncien propuestas que se puedan adaptar a escenarios concretos. Así podemos
hablar de un pensamiento heurístico, de un pensamiento sistémico (aquí cabria
incluir el planteamiento pluridisciplinar que cita el Dr Almeida), de la
metacognición,… y de otras tantas que eludo por no aburrir.
Sugiero la lectura del documentohttp://eprints.rclis.org/17463/1/bases_teoricas.pdf desde
la pág. 24, 25, 29 (6º párrafo) a 40 (primer párrafo).
También este pensamiento viene avalado por Evers cuando dice:
“ (…) no se puede explicar y estimular la elaboración de conocimientos
sólo como un proceso racional, ya que también descansa igualmente en la
interacción social, la experiencia del mundo y la cultura.
Es difícil lograr que surja una cultura epistemológica productiva (cultura de producción de conocimientos). Las explicaciones culturalmente deterministas, que tratan de mostrar por qué algunos valores culturales impiden el desarrollo de la ciencia y la investigación, son tan insatisfactorias como las teorías que tratan de explicar los éxitos o fracasos comerciales únicamente en base a aspectos culturales. (…) sería posible lograr mejores resultados, al movilizar teorías culturales de otro tipo, no deterministas sino construccionistas.
Es difícil lograr que surja una cultura epistemológica productiva (cultura de producción de conocimientos). Las explicaciones culturalmente deterministas, que tratan de mostrar por qué algunos valores culturales impiden el desarrollo de la ciencia y la investigación, son tan insatisfactorias como las teorías que tratan de explicar los éxitos o fracasos comerciales únicamente en base a aspectos culturales. (…) sería posible lograr mejores resultados, al movilizar teorías culturales de otro tipo, no deterministas sino construccionistas.
Las condiciones previas para el desarrollo y crecimientos de culturas
epistemológicas y sus formas y contenidos deberían ser investigadas y
entendidas para explicar la morfología de la producción de conocimientos, los
altos y bajos en el panorama de una sociedad global del conocimiento”
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