Representación de la función x^3/(1-x^2) utilizando un smartphone LG con Andröid, de 3,2 pulgadas, de un alumno, y con Wolfram.
Se ven perfectamente los limites infinitos y las asíntotas, además de poder comprobar crecimiento, decrecimiento, concavidad, convexidad, puntos de inflexión, etc.
Pueden trabajar sin cables, ni enchufes, ni aulas de informática. Sin desplazamientos de alumnos y profesores por los pasillos entre clase, pueden trabajar en el aula de siempre con el material de siempre a mano. El centro ahorra espacio y en mantenimiento de aulas, instalaciones y equipos, sin virus y sin que desaparezcan los ratones. Los alumnos utilizan el equipo que utilizan para tantas cosas y que le es familiar
A alguien le parecerá algo extravagante, pero ahora que estamos en crisis no estaría de más suprimir aulas de informática, no crear más, y que las Comunidades Autónomas, o mejor los políticos, dejen de repartir ordenadores móviles.
Eso sí, hacen falta profesores adecuados y gestores que conozcan lo que llevan entre manos y se atrevan a ser audaces e innovadores.
Ah, en octubre se cumplieron treinta años desde que un par de profesores, un poco extravagantes, pusimos en marcha un aula de informática (con Commodores VIC-20, el de la imagen) con fines educativos y holísticos (ahora se llama aprendizaje social). Además de trabajar algoritmia y diagramas de flujo, aprendían lo que es la pendiente y la ordenada en el origen, sin tablas de datos, de forma que hoy llamaríamos generativa.
Se ven perfectamente los limites infinitos y las asíntotas, además de poder comprobar crecimiento, decrecimiento, concavidad, convexidad, puntos de inflexión, etc.
Pueden trabajar sin cables, ni enchufes, ni aulas de informática. Sin desplazamientos de alumnos y profesores por los pasillos entre clase, pueden trabajar en el aula de siempre con el material de siempre a mano. El centro ahorra espacio y en mantenimiento de aulas, instalaciones y equipos, sin virus y sin que desaparezcan los ratones. Los alumnos utilizan el equipo que utilizan para tantas cosas y que le es familiar
A alguien le parecerá algo extravagante, pero ahora que estamos en crisis no estaría de más suprimir aulas de informática, no crear más, y que las Comunidades Autónomas, o mejor los políticos, dejen de repartir ordenadores móviles.
Eso sí, hacen falta profesores adecuados y gestores que conozcan lo que llevan entre manos y se atrevan a ser audaces e innovadores.
Ah, en octubre se cumplieron treinta años desde que un par de profesores, un poco extravagantes, pusimos en marcha un aula de informática (con Commodores VIC-20, el de la imagen) con fines educativos y holísticos (ahora se llama aprendizaje social). Además de trabajar algoritmia y diagramas de flujo, aprendían lo que es la pendiente y la ordenada en el origen, sin tablas de datos, de forma que hoy llamaríamos generativa.
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