La configuración de espacios y de entornos físicos y tecnológicos en la nueva Enseñanza Superior (I).
La totalidad de las universidades poseen
uno o varios campus virtuales, y un porcentaje muy próximo a cien de los
profesores utilizan en formas muy variadas los LMS. Se han escrito multitud de
artículos sobre casos y experiencias de diseño de cursos, clases y actividades
utilizando tecnologías digitales y entornos de redes. Se han realizado
igualmente un número considerable de investigaciones sobre qué metodología y
qué condiciones favorecen las diversas formas de aprender y de adquirir
competencias. Sería un tópico a estas alturas citar los MOOCs, pero es un hecho
que estos cursos promovidos por las más prestigiosas universidades
norteamericanas, inicialmente, pero hoy asumidos por la casi totalidad de instituciones
académicas y administrativas han creado un estado de opinión donde no se
entiende la actividad docente si el concurso de la tecnología digital.
Flipped classroom, e-learning, blended learning, ubiquitous learning, educación a distancia, abierta, OER, objetos de
aprendizaje, Khan Academy, MOOCs ---Clark, (2013) nos propone una taxonomía de ocho tipos---,… constituyen todos ellos conceptos que encierran complejos sistemas
de organizar la actividad educativa.
Se están produciendo cambios no solo de
metodologías docentes sino en el complejo mundo que rodea la actividad
educativa en la universidad. Los cambios
son estructurales y sistémicos, y en consecuencia todos los elementos que
configuran el sistema se ven afectados.
Sin embargo se está produciendo una línea
de desarrollo que posiblemente conduzca a una vía muerta, se están aplicando
patrones ya existentes de educación a las nuevas affordances. Se están utilizando
criterios, medios, configuración de espacios y de tiempos, de una etapa
anterior, a sistemas de naturaleza
distinta.
Las referencias siguen siendo las mismas,
se habla de espacios, de aulas virtuales y de campus virtuales, pensando en los
de ladrillo, se habla de libros y de revistas digitales pensando en el papel, y
esto limita no solo las affordances de estas herramientas y soportes, sino
incluso sus funciones y las de los actores en los procesos que se desarrollan.
Sucede algo parecido a lo que pasó con la
naturaleza de la luz, en las teorías físicas: La respuesta a la pregunta de si
la luz era partícula u onda no se encontraba porque esa no era la pregunta, y
tal como estaba planteada no podría tenerla. Hubo que cambiarla dando paso a
otras opciones. Tuvieron que construir las condiciones en las cuales la
pregunta tuviera respuesta.
Al final hubo que cambiar lo que parecía importante: preguntarse
si la luz era una onda o una partícula. A veces la solución radica en cambiar
el problema.
Pensemos en espacios y en edificios. La
universidad siempre los ha tenido y han sido su referencia.
Pensemos, como un ejemplo para situarnos,
en la prensa digital, y que en los periódicos digitales tuvieran que
construirse edificios para almacenar el papel, y que hubiese algo en la edición
a lo que se llamase rotativas digitales, pensemos en hora de cierre y en hora
de salida.Realmente serían limitaciones que lastrarían muchas funciones que son
la esencia del periodismo digital.
Otro tanto sucede con
espacios, tiempos y funciones de la universidad. Habrá que pensar en funciones
de los distintos actores, en sus roles, en las posibilidades que ofrecen los
entornos, en las que aparecen. Esto está estudiado y descrito en Instructional Theory and Technology for the
New Paradigm of Education (Reigeluth, 2012).
En definitiva habrá que pensar, a partir
del análisis de las posibilidades y de la ganancia de aprendizaje que producen,
así como de las experiencias e investigaciones, en las formas de ubicarse los
actores en función de las emergentes posibilidades. La ubicación de profesores
y alumnos es distinta y variante para la enseñanza y para el aprendizaje, es
distinta de la única existente en la fase anterior, y de la única de
posicionarse en los entornos tecnológicos que existe en la educación virtual
tradicional.
Cada vez más el aprendizaje es ubicuo
(Zapata-Ros, 2012a y b) se produce anywhere y any-time (Zapata-Ros, julio 2013). También aparece ganancia del aprendizaje en las
situaciones y usos con los dispositivos personales (Los que el alumno utiliza
en su vida real y en sus relaciones personales). De esta forma la posición relativa,
la ubicación física en que pueden situarse universidad, alumno y profesores es
cada vez más relativa. Afecta menos al resultado del aprendizaje o según en qué
casos puede mejorarlo incluso.
Otro tanto sucede con los recursos:
Bibliotecas digitales, revistas online, OER y en general los recursos en red.
Con todo ello se produce un auge en las formas
distribuidas de aprendizaje, y la distancia geográfica entre los alumnos y sus
instituciones matrices es un problema menor.
Esto determina una nueva economía de
espacios en la universidad. No se pueden crear aulas masivas o de gran grupo
simplemente como hasta ahora si la van a utilizar una vez a la semana o al mes.
Los alumnos están familiarizados con las
capacidades de sus propios recursos, cada vez más se generaliza la tendencia
BYOT (Zapata-Ros, febrero 2014). "Traiga su propio dispositivo 'es
ahora un lugar común en las universidades y los estudiantes ya no tendrán que
estudiar en un solo lugar, o en el que le preste la universidad, con el
ordenador de sobremesa o con el laptop que le suministren. Ya no tendrá que
hacerlo, basta que le den una red de banda ancha potente y enchufes para
conectar las fuentes de alimentación de sus dispositivos. Si esto sucede así
los espacios cambian bastante.
Los alumnos no estarán físicamente muchas
veces en la universidad, pero no quiere decir que no estén. Sí quiere decir que
cuando estén estarán de forma diferente
Qué repercusiones tiene esto. Al menos sin
gran esfuerzo podemos pensar varias cosas:
La primera es que los espacios tradicionales,
como la sala de conferencias, el salón de actos, el aula de clase, y la sala de
informática tienen menos importancia.
En buena medida el dinero invertido, o peor
el que está presupuestado para invertir y se invertirá en los próximos años, se
podría haber aprovechado en otros fines más relevantes: Investigación, bajada
de matrículas, infraestructura tecnológica e incluso en los nuevos espacios
necesarios que después veremos.
No obstante estos espacios no
desaparecerán, pero cobraran nuevas funcionalidades y la manera en que están
configurados necesita ser repensada:
La sala de conferencias y el salón de
actos: la interacción entre alumnos y entre alumnos y profesor cobra
importancia. No tiene sentido que los asientos estén clavados al suelo en filas
y el columna, de forma rígida y que impiden la interacción entre estudiantes en
momentos puntuales. Es pensable una estructura de mesas y de sillas, y con
proliferación de conexiones a la red eléctrica adosadas a las mesas, para que
los alumnos conecten sus portátiles y
los teléfonos móviles cuando haya que recargar las baterías.
Aulas de clase.- En un momento determinado
el alumno tiene que echar mano de su smartphone, de su móvil. Ya vimos una experiencia con representación de curvas y Wolfram (Zapata-Ros, febrero 2014). Tiene las
aulas wifi de suficiente potencia, están las aulas de hoy diseñados con
enchufes suficientes al alcance de los alumnos.
Referencias
Clark,
D. (2013). MOOCs: taxonomy of 8 types of MOOC. Donald Clark Plan B.
Reigeluth, C. (2012).
Instructional Theory and Technology for the New Paradigm of Education. RED,
Revista de Educación a Distancia. Número 32. 30 de septiembre de 2012.
Consultado el (dd/mm/aaa) en http://www.um.es/ead/red/32
Zapata-Ros, 2012a http://www.um.es/ead/red/31/zapata_ros.pdf
Zapata-Ros, 2012b http://eprints.rclis.org/17463/
Zapata-Ros, julio 2013 http://blogcued.blogspot.com.es/2013/07/any-time-and-anywhere.html
Zapata-Ros, febrero 2014 http://redesabiertas.blogspot.com.es/2014/02/byot-aprendiendo-con-el-movil.html
MOOCs: taxonomy of 8 types of MOOC.
ResponderEliminarhttp://donaldclarkplanb.blogspot.co.uk/2013/04/moocs-taxonomy-of-8-types-of-mooc.html