A propósito del interesante post
de Larry Cuban "MOOCs and Pedagogy: Teacher-Centered,Student-Centered, and Hybrids",
he intervenido en un grupo de Campus Virtuales con la siguiente frase (copio
textual):
Es genial, si los profesores universitarios queremos deshacernos
de nuestros alumnos, que se las apañen ellos entre ellos y que nos dejen en paz
para hacer lo que realmente nos gusta, que es la investigación. Los MOOCs son
la solución, representan una fase superior del desarrollo lógico y natural de
la clase expositiva.
Evidentemente la intención era
irónica, quería poner de relieve que los MOOCs, al menos en su versión x y en
la c (estos últimos, en declaración de sus impulsores) renuncian a una intervención de apoyo,
tutoría y evaluación a los alumnos y del propio curso. Esta es la esencia del
modelo tradicional expositivo, el profesor de espaldas a los alumnos y de cara
a la pizarra, quien pueda que se salve. Es clásico el ejemplo (seguramente el
MOOC de mejor calidad que ha habido) de "Introducción a Inteligencia
artificial" de Sebastian Thrun y Peter Norvig (Stanford-Urdacity)
que, cito a Bates de memoria, tuvo varios cientos de miles de inscritos y
llegaron al final 16.000. No recuerdo cuantos recibieron la insignia. Las
universidades a distancia tradicionales conseguían mucho mejores
resultados con no tan brillantes profesores. Y seguramente el circo romano
también.
Este modelo, y aunque no sea MOOC puro sino un
modelo híbrido, viene a consolidar y a perpetuar el modelo tradicional. No
quisiera ser pesado y repetir lo dicho en "Respuesta a tres preguntas...", pero la tecnología, los
entornos sociales personales de aprendizaje, el uso de la identidad digital
como soporte para una nueva evaluación personalizada, deben servir para, a
partir de los procesos de cambio que se han experimentado de forma exitosa y
en los mejores métodos disponibles de instrucción, satisfacer las
necesidades de los estudiantes individuales”. Las investigaciones más
recientes han supuesto un avance de los conocimientos sobre los sistemas
personalizados, con tecnologías integradas, que soportan el paradigma centrado
en el alumno.
Esa percepción es la que está en el fondo de la denuncia de Cuban, y
humildemente en el mío, cuando habla de un modelo centrado en el profesor.
Me he debido explicar muy mal
porque a gente que le gustan los MOOCs han interpretado de otra forma lo dicho,
y lo han elogiado.
¿Por
qué somos tan acríticos con todos los usos de las TICs? Cuando la tecnología se
utiliza para afianzar un mal uso, la tecnología es mala. El artículo de Cuban, en sus conclusiones, señala esa misma idea: "En aquellas instituciones donde se
espera de los profesores que hagan la investigación y publicación, la tendencia
será a incentivarles y ese será el comportamiento de referencia de la facultad:
Los profesores son recompensados por pasar mucho más tiempo en la investigación
que gastar tiempo en el desarrollo y en la enseñanza centrada en el estudiante
y los cursos de comunidades de aprendizaje. Así la mayoría de los profesores no
van a invertir en el diseño y en la enseñanza centrada en el estudiante.
Por
estas razones, es muy probable que la foto que hay en la parte superior de este
post sea una típica imagen de aula de educación superior en los próximos
años."
Naturalmente
está hablando en tono irónico, como yo lo he hecho, sin duda con poca fortuna.
Comentarios
Publicar un comentario