Charles Reigeluth: La individualización del aprendizaje, el nuevo paradigma de la educación para la sociedad postindustrial del conocimiento.
The difficulty lies, not in the new ideas, but in escaping from the old ones, which ramify, for those of us brought up as most of us have been, into every corner of our
minds. (John Maynard Keynes, in the preface to his path-breaking The General
Theory of Employment, Interest and Money, 1936, p. viii) [1]
Me han encargado
un capítulo de un libro sobre pensadores y su influencia en nuestra época. He elegido
a Charles Reigeluth porque, además de tener la entidad propia suficiente, me da
pie para abordar, desde un punto de vista personal y descargado de rigideces académicas, los cambios que se están produciendo en el mundo de la educación y de
las teorías del aprendizaje ayudados con la tecnología. Eso es algo que puede verse desde el título y desde la cita que
deberían encabezar el capítulo. Ni que decir tiene, como después se comprueba, que no rechazo entrar
en asuntos como el de los MOOCs. Tema que, aunque posiblemente efímero, está inserto en una tendencia que marcará un ciclo y una modalidad de hacer y de organizar la Educación Superior.
Un resumen
introductorio es el que sigue.
El título quizá
llame a confusión. El término individualización no está utilizado en el sentido
de aislar al individuo en los procesos de apropiación de los conocimientos, sino
todo lo contrario: En el de utilizar los recursos que la tecnología nos proporciona
para, a través de su socialización, conseguir una percepción lo más completa
posible de cuáles son las preferencias y las representaciones que el individuo
posee de la realidad y del mundo que le rodea, cuáles son las características
de su andamiaje cognitivo, para a partir de él, y de su rol en él, presentar
los nuevos conocimientos. Para que nos hagamos una idea, es lo que hacen los
algoritmos de Google en sus búsquedas personalizadas: No solo utilizan una gran
cantidad de información sino que la búsqueda va gobernada por la información
que posee del individuo a través de su actividad tanto de procesamiento de la
información que hace en su elaboración, como de su mundo de relaciones sociales
sin cuyo concurso no se produciría con igual eficiencia lo anterior, o
simplemente no sería posible.
La página de teorías y
teóricos del aprendizaje y de la educación de la universidad de Arizona del Norte señala a Charles Reigeluth como uno de los diez teóricos que
más influyen en la educación moderna. El resto son Thomas Angelo, Alfred Bandura,
Benjamin Bloom, John Dewey, Robert Gagné, Henry Giroux, David Jonassen, Maria Montessori
y Lev Vygotsky. Y le dedica una página web con las referencias y las ideas más destacadas.
¿Qué justifica esta valoración de su
influencia?
Como vamos a desarrollar en este trabajo,
la obra de Reigeluth se sitúa a caballo entre dos épocas donde la configuración
social, cultural, humana, de las sociedades cambia (de la era industrial a la
era del conocimiento) y dos etapas muy diferenciadas del desarrollo de las
teorías del aprendizaje: La primera donde las teorías están orientadas para
describir y clasificar a los alumnos desde la perspectiva de sus capacidades, y
la segunda caracterizada por las teorías orientadas a maximizar el
aprendizaje de todos los alumnos. Con
distintos valores: En unas el progreso se mide en función del tiempo, en otras se basa en los logros individuales.
El último escenario donde se manifiesta
esta pugna, esta tensión entre estas dos orientaciones teóricas, es el de la
nueva configuración de los sistemas educativos, que en el caso de la Educación
Superior se ven sometidos a una crisis que le afecta en los elementos más
básicos de su estructura.
Varios hechos ponen de manifiesto esta honda
crisis o marcan la agenda de las transformaciones en presencia: La devaluación
de los títulos, y más aún la devaluación de la acreditación que presta la
universidad como una inversión intangible, en un bien de promoción social, tal
como se concedía en la sociedad industrial; La aparición de los MOOCs,
modalidades de formación que en una línea continua desde los recursos
educativos abiertos, el acceso abierto a los fondos de la producción
científica, ponen al alcance de cualquier persona en cualquier lugar los mismos
contenidos que disponen las universidades más prestigiosas, y los más reconocidos
especialistas, para la formación reglada y para la obtención de títulos.
En contraposición nunca como ahora ha
sido posible intervenir en la evaluación de los procesos de aprendizaje y adaptar
la ayuda pedagógica a los estilos más singulares de aprender a partir del análisis
de lo que se ha dado en llamar la huella digital de aprendizaje.
La primera tendencia supone un abandono
de los estudiantes menos dotados, en aras de una autoselección de los más
capacitados con una mínima inversión, o con el mínimo coste, aunque la coartada
moral y social está en que las oportunidades que con esta modalidad llegan a
todos en todos sitios y con las mejores ofertas formativas, y en su variante de
promoción social. La segunda supone una línea de continuidad en la adaptación
de las estrategias docentes, de la ayuda pedagógica, poniendo los bienes del
conocimiento cerca de las distintas formas de aprender y de integrar los
conocimientos en los esquemas y en las representaciones individuales. Esta
línea arranca en los trabajos que hace Reigeluth, que le llevan a formular en
sus distintas versiones la Teoría de la Elaboración, y en los trabajos previos
sobre el andamiaje cognitivo, la significación de los contenidos de
aprendizaje, los esquemas cognitivos, y las distintas teorías de secuenciación que
realizaron Ausubel, Gagné, Merril y Novak, continúa en la definición de técnicas
del diseño instruccional, a la luz de estas teorías, que permiten diseños de
programas formativos centrados en los alumnos y en el aprendizaje, y culmina
por ahora en investigaciones y desarrollos prácticos para transformar los sistemas
de educación y de capacitación desde los vigentes, que fueron diseñados para seleccionar
a los alumnos, a otros sistemas diseñados para maximizar el aprendizaje, desde
aquellos en los cuales el progreso de los alumnos se mide en función de pautas o
de referencias temporales, o cíclicas, a otros basados en los logros de los
individuos. Y esta transformación es posible por los avances tanto de la teoría
como de la tecnología instruccional. Y en su posibilidad de observar las
“situaciones” que determinan las formas en las cuales la instrucción debe
diferir de unos casos a otros en función de variables como son las similitudes
y los agrupamientos por perfiles individuales.
Feliz año 2013.
[1] La dificultad radica, no en las ideas,
sino en escapar de las viejas ideas, que se ramifican, como consecuencia de la
educación que hemos recibido la mayoría de nosotros, por todos los rincones de
nuestra mente.(JM Keynes, Teoría General del Empleo, Interés y dinero)
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